Licenciada en Nutrición Allyson Monzón

Alimentación y vida social: 5 ideas para sentirte mejor.

Es más común de lo que se cree sentir incomodidad frente a los eventos sociales para las personas que tienen el foco en su alimentación e imagen corporal. En este artículo intentaré aportarte ideas para que puedas sentirte más tranquila con tu alimentación durante la vida social.

Para empezar, creo que es importante considerar que compartir el momento de comer es parte de la esencia humana. Nos acompaña desde nuestros orígenes como especie hasta la actualidad, a lo largo de toda la historia, a lo largo y ancho del mundo. 

El concepto de comensalidad, que refiere al hecho de comer y beber junt@s alrededor de una mesa es estudiado por las ciencias sociales, sobre todo en el área de la antropología alimentaria. Comer trasciende lo nutricional y engloba aspectos sociales, culturales y de identidad de los grupos que son muy importantes para las personas. 

Considerar esto se hace importante ya que está en nuestra naturaleza humana el compartir grupalmente la comida y quizás de alguna manera sea un primer acercamiento a encontrar alivio frente a la relación entre la alimentación y la vida social. Realmente es un aspecto que nos define como seres human@s, amigarse con esta idea es relevante para las personas que sufren comer acompañados. Es algo que lo que no nos podemos deshacer porque es parte de nuestra esencia.

Si sos de esas personas que cuando tienen un encuentro social se preocupan por la alimentación, a continuación te dejo 5 ideas que buscan brindarte tranquilidad al momento de compartir la mesa con otras personas.

1 - Anticipate a elegir el lugar

Si vas a salir a comer, elegir un lugar que te brinde tranquilidad puede aliviarte mucho. Proponé ser la encargada de dar opciones o elegir el lugar del encuentro. Podés hacer una búsqueda de bares, cafeterías o restaurantes que te gustaría conocer, que tengan opciones de comidas en las que confíes. Una idea interesante puede ser asegurarte que en el lugar exista un cuidado por la comida que preparan, con alimentos de buena calidad, para que cuando llegue el momento del encuentro estés más tranquila.

Te dejo un tip para la búsqueda: que en un lugar no ofrezcan refrescos es una buena señal. Hoy en día cada vez más lugares se preocupan por los alimentos que ofrecen, y que en vez de tener los típicos refrescos ofrezcan opciones como licuados, jugos naturales, limonadas, kombucha, puede ser un reflejo de que se preocupan por brindar opciones más sanas.

2 – Elegí la opción que te de tranquilidad

Con este consejo no me refiero a que pidas la opción más saludable del menú, como a veces pasa con las ensaladas. Yo siempre digo, las mejores ensaladas las como en mi casa. Las de los restaurantes, salvo excepciones, suelen ser monótonas y con poco cariño, lo cuál te puede generar incomodidad.

Lo importante es que elijas la opción que te brinde más tranquilidad, quizás la más conocida o la que no te genere dudas. Elegí pensando en que cuando llegue el plato a la mesa tu atención no se vaya a cuestionarte si deberías o no deberías comerlo, sino a disfrutar del encuentro.

Recordá que dónde más comemos es en casa, los hábitos más sanos los desarrollás ahí, en el día a día.

3 – Proponé llevar algo casero

Si el encuentro va a ser en la casa de alguien o van a salir a hacer un picnic o compartir una tarde en algún parque proponé llevar algo casero. En mi experiencia esto me ha funcionado mucho.

Al principio puede ser que no todas las personas estén abiertas, pero no te desalientes, en general a las personas les cuesta cambiar lo conocido. Vos podés ser el ejemplo y preparar algo en tu casa para compartir. A tod@s nos gusta probar algo que hizo un/a amig@ o familiar. Seguramente con el tiempo se van a ir sumando a la idea y también lleven alimentos caseros para compartir.

4 – Encargate de las compras

Si vas a pasar un fin de semana de paseo con amigas o familia la anticipación es clave. Averiguá si en el lugar al que vas hay tiendas de alimentos u otras opciones que no sean sólo un supermercado (ahí no suele haber opciones sanas), y en el caso de que no encuentres podés llevarte algunos alimentos para cocinar que te den tranquilidad.

Es importante no irse al extremo de ir muy cargada con alimentos, pero si asegurarte aquellos que sabes que no vas a conseguir para no quedarte sólo con las opciones del super del lugar.

Para esta idea te cuento algo que hago yo cuando me voy a pasar un finde o algunos días fuera de casa. Me aseguro lo básico que necesito para pasarla bien con la comida, como pueden ser las frutas y verduras orgánicas, algunas semillas, frutos secos, pan casero o de masa madre. Teniendo opciones básicas después podés comprar ahí lo que te falte o salir a comer más tranquila sabiendo que no sólo vas a depender de lo que encuentres a último momento.

5 – Olvidate de impresionar a otras personas

En esta última idea en realidad quiero dejarte una recomendación que no tiene tanto que ver con alimentos pero que creo te puede aportar. 

La vida social en la actualidad nos requiere de un recurso muy valioso, nuestro tiempo. Cuando tenemos un encuentro social el foco principal está en compartir con las otras personas, no en los alimentos que comemos o dejamos de comer. 

Sé que hay muchas personas que dedican gran parte de su tiempo durante los encuentros a pensar si deben o no deben comer cierto alimento. El momento del encuentro no es el adecuado para plantearte tu alimentación, el encuentro es para compartir tiempo con personas que elegimos hacerlo. Nadie nos quiere por lo que comemos o dejamos de comer, y si hay alguien a quien eso le importa quizás sea momento de replantearnos ese vínculo.

Es una práctica muy dañina con vos misma tratar de impresionar a otras personas con lo que comés o no comes, así como también es irrespetuoso con vos misma compararte con las demás personas. Te propongo que el foco esté en el momento compartido, en la charla, en el intercambio que se da alrededor de la mesa.

Reflexionar sobre esto previamente a un encuentro puede brindarte tranquilidad. Proponerte ser más generosa con vos misma es una hermosa práctica para llevar a cabo cuando tenés la oportunidad de compartir tiempo con las personas que elegís tener en tu vida.

Realmente espero que estas ideas te aporten para tener una alimentación y vida social en calma y disfrutar más del tiempo que dedicamos a los encuentros. Ahora la parte más importante, llevarlo a la práctica con la generosidad que te merecés.

Nutricionista Allyson Monzon

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