Una alimentación libre de dietas es posible. Modificar los hábitos alimentarios no sólo tiene que ver con alimentos, en estos años trabajando en el área me he dado cuenta que hay otros aspectos que son necesarios considerar (y sumamente importantes) para generar un entorno que favorezca el cambio.
Muchas veces me encuentro con personas, tanto en consulta como en mi vida personal, que me cuentan que quieren mejorar sus hábitos o alejarse de las dietas, pero no saben por dónde empezar.
Seguramente ya te diste cuenta de que las dietas no funcionan. La mentalidad de dieta refuerza la sensación de culpa y frustración y además es insostenible en el tiempo. Puede que hayas probado varias, una o ninguna, cualquiera sea tu caso, quiero compartirte 7 claves básicas para iniciar una transformación real en el vínculo con tu alimentación que sea duradero y te aleje de la mentalidad de dieta.
Clave #1: Conocer cuál es tu motivación.
Es importante que te preguntes para qué querés iniciar este proceso. Esa razón que es individual es la que te va a ayudar a mantener la motivación y seguir adelante durante todo el proceso. Ya que estás iniciando un proceso de modificar hábitos que tenías muy arraigados, tener claro tu foco te va ayudar para recordártelo cada vez que sea necesario.
Hay diversas razones por las que podés querer iniciar una transformación en tu vínculo con la alimentación. Algunos ejemplos pueden ser: lograr un mayor bienestar, tener más claridad mental, más rendimiento físico en tu rutina diaria, aumentar tu autoestima, disfrutar más de tu alimentación.
Si cuando te hacés esta pregunta te das cuenta que tu foco está respondiendo a necesidades de otras personas te recomiendo que vuelvas a pensar tu objetivo. Las necesidades de familia, amigos, personas cercanas, no te van a ayudar a seguir adelante. Lo importante acá es que tu foco sea genuino y valioso para vos, que esté alineado a tus propias necesidades.
Clave #2: Saber que el proceso tiene sus altibajos.
Cuando sentimos la motivación de incorporar un nuevo hábito, muchas veces pensamos que el proceso es lineal, de menos a más, que cada día va a ser mejor que el otro. Y la realidad es que hay días que te vas a sentir mejor y hay días que van a ser más incómodos.
¡Tranquila! Esto es lo más normal.
Saberlo te puede ayudar a seguir adelante en esos días que no son tan fáciles. Lo importante acá es no darte por vencida por tener un mal día.
Lo que he visto en los procesos que acompaño y también en mi propia experiencia personal, es que se van mezclando días mejores dónde la motivación está al máximo, con días o momentos más complicados dónde todo parece más cuesta arriba. Es natural que esto ocurra, lo importante es saber que esos días pasan y que a medida que vayamos tolerando esa frustración y sabiendo que es parte del proceso, los días más difíciles en relación a ese hábito cada vez van a ser menos.
Seguro que si pensás en algún hábito o algo que querías lograr que ya incorporaste podés darte cuenta que esto ya te pasó, y que al seguir adelante pudiste lograr aquello que querías. ¿Algún examen que querías dar y parecía imposible de salvar y al final te fue bien?
Cuando tengas un día incómodo, tené presente que “esto también pasará” y date la oportunidad de seguir adelante. La generosidad es una buena amiga de los procesos.
Clave #3: Confiar en la sabiduría de tu cuerpo.
Este paso me parece esencial y muchas veces al principio es muy difícil porque justamente no hay costumbre de confiar en el cuerpo. Por el contrario, lamentablemente está muy naturalizado hablar mal del cuerpo, criticarlo, compararse, todo eso no ayuda a confiar en él ni tampoco en el proceso.
Pero pensá que tu cuerpo es perfecto, si, perfecto. Funciona todo el tiempo de la mejor manera, te lleva a donde querés ir, te permite distintas sensaciones, emociones, placer.
Tu cuerpo es sabio por naturaleza. Es quien te va dando señales genuinas, necesidad de descanso, de comer, de dejar de comer, etc. Estas son las señales que te van a indicar si un alimento te da energía, si la disminuye, si una actividad te llena de vida o la reduce.
Observarte ayuda a darte lo que necesitas. Cuánto más te escuches y permitas que esas señales se amplifiquen te vas a alimentar y sentir mejor.
En este momento podés estar pensando, pero mi cuerpo me pide dulces en exceso o ultraprocesados. Seguramente hay patrones mentales o hábitos muy arraigados (por ejemplo, premiarte con comida). Eso lo aprendiste en algún momento, y podés desaprenderlo. El cuerpo humano está diseñado para consumir alimentos de la naturaleza. Y sé por experiencia propia y porque lo veo en sesiones que eso es justamente lo que quiere y necesita.
Es parte del proceso de aprender a CONFIAR, eso te va a ayudar deshacerte de viejos hábitos y además aumentará tu autoestima.
Poder confiar en estas señales te va a guiar por un camino mucho más seguro y satisfactorio.

Clave #4: Ser generosa contigo.
Cuando inicias un proceso de cambio es justamente eso, un proceso, un paso a paso. Estás aprendiendo algo nuevo, y es normal que al principio no te salga como esperás. Pero si te mantenés en un diálogo interno diciéndote lo mal que lo hacés no te va a sumar, sino todo lo contrario.
Por ejemplo: cuando un niño está empezando a caminar, seguramente se cae un montón de veces hasta lograr el equilibrio necesario para dar sus primeros pasos, ¿se te ocurriría tratarlo mal porque se cae mientras está aprendiendo? No lo creo. Por el contrario, le dirías palabras motivadoras para que lo siga intentando.
Esto es lo mismo, cuando estás intentando algo nuevo seguramente te caigas muchas veces, pero si te tratas con generosidad y te decís palabras que te motiven lo vas a terminar logrando, y de una manera mucho más amorosa contigo.
La próxima vez que tengas ganas de tratarte mal, intentá dar las gracias por algo, incluso puede ser a vos misma, por ejemplo, por estar en camino para lograr lo que querés. De esa forma vas a redireccionar tu energía automáticamente hacia un lugar más generoso.
Esto va a aumentar tu autoestima y a modificar de a poco tu diálogo interno, para que el proceso sea más profundo y a la vez disfrutable, ¿suena bien no?
Clave #5: Dejar atrás la mentalidad de dieta.
Otro tema fundamental para hacer una transformación real y duradera en tu vínculo con la alimentación es dejar de pensar en modo dieta.
Este es uno de los 10 principios de la Alimentación Intuitiva (autoría de las especialistas Evelyn Tribole y Elyse Resch).
Si estás leyendo esto es porque seguramente no quieras hacer más dietas, o no quieras hacerlas en el caso que nunca hayas iniciado una.
La mentalidad de dieta no es sólo hacer dieta, es pensar en alimentos como buenos o malos, contar calorías, pensar en recetas mágicas, poner el foco en el peso corporal.
Esto es algo generado a partir de la industria a gran escala, y replicado a nivel social. Una industria que gana millones (si, millones) a expensas de los complejos e incomodidades con el cuerpo.

Pensar en modo dieta hace mucho daño, disminuye tu autoestima y no te permite conectar con tus propias herramientas, que son muy valiosas para transformar el vínculo con la alimentación como son las señales corporales o la intuición, así como también aleja la posibilidad de sentir el placer de comer.
Clave #6: Evitar la radicalidad
Vivimos en una sociedad que quiere todo para ya, y esto también se ve en el vínculo con la alimentación. Muchas veces veo que se quieren hacer cambios de un día para otro, modificar los hábitos de manera radical hacia algo que se cree como saludable. Esto no funciona. Los resultados se logran en base a un paso a paso.
Te recomiendo que elijas una acción, algo puntual que quieras modificar y empezar con esa acción. Al lograrlo te va a servir de motivación para seguir. Y en ese paso a paso es que se va construyendo el nuevo estilo de vida.
Te dejo algunos ejemplos: podés ponerte como meta incorporar una fruta más al día, o disminuir la cantidad de bebidas refrescantes, o dejar de comer pan ultraprocesado y buscar un lugar dónde hagan de masa madre o proponerte hacerlo casero.
Valorar los pequeños (grandes) pasos te va a ayudar a seguir adelante.
Estas claves están basadas en mi experiencia trabajando con personas en la mejora de sus hábitos y también en mi propia experiencia personal.
Espero que sean útiles para vos también si estás pensando en lograr una transformación real en la forma en que te vinculás con tu alimentación.
