Licenciada en Nutrición Allyson Monzón

Autonomía un superpoder del que no se habla

Hoy en día, frente al exceso de información y con tantos mensajes confusos es fundamental hacer uso de nuestra autonomía para tomar decisiones propias y estar en paz con nuestra alimentación. La autonomía es una capacidad que tod@s como seres human@s tenemos y nos pertenece como derecho. Podemos ser conscientes de ella o no. Este concepto es muy importante para mí, por eso es una de las líneas de mi trabajo.

Etimológicamente autonomía está formada por “autos” que hace referencia a lo propio, a un@ mism@ y “nomos” que representa ley o norma, habla de la capacidad de actuar bajo nuestras propias normas. Este término es usado en distintos ámbitos, en este artículo quiero hablar de la autonomía personal. La autonomía personal se define como la capacidad y derecho de una persona que implica actuar según su criterio proppio, con independencia de la opinión o deseo de l@s demás.

Cómo llego a este concepto

Quiero contarte la historia de cómo descubrí este concepto, porque la verdad hace unos años desconocía la importancia que la autonomía tenía en mi vida.

Me encontré con este término en el año 2016, cuando estudiaba Bioética. Me fascinó el concepto, ¡podía tomar mis propias decisiones en cuánto a mi salud (entre otros temas) y nadie me lo había dicho!

Este es uno de nuestros superpoderes, algo que en general no nos dicen.

La autonomía es uno de los 4 principios fundamentales de la bioética, junto a beneficencia, no maleficencia y justicia. Desde la perspectiva ética, se plantea que la autonomía es un bien del ser human@ ya que si no tuviéramos la libertad y la capacidad para tomar decisiones sobre nuestra propia vida, no podríamos expresar nuestra humanidad de forma completa. Desde la filosofía y la bioética, es un concepto muy desarrollado, estudiado pero no me quiero ir por las ramas con la bioética, no es el objetivo de este artículo (si te interesa podes pedirme más información, para mi es apasionante).

El tema acá es que vivimos pensando que otra persona tiene derechos sobre nuestro cuerpo, sobre nuestras decisiones, pero no, cada persona es la que tiene la decisión final, cada persona es su mayor autoridad. Nadie más. Ni el médico con más experiencia del mundo. Por supuesto que podemos tomar consejos, recomendaciones, opciones, pero tenes el derecho a que la última palabra sea la tuya.

Quizás alguna vez te pasó, con profesionales de la salud, que te propusieron un tratamiento o ciertas recomendaciones que no estaban alineadas con tus valores y principios. Pero que decidiste acceder a pesar de ello, y después te invadía una sensación de incoherencia.

Lamentablemente es un término del que poco nos hablan. Imaginate lo maravilloso que sería tener un sistema que nos informe sobre este derecho y que nos permita ejercer nuestra autonomía. Yo creo que sin dudas seríamos mucho más libres y más felices también.

Autonomía en la alimentación

Vivimos en un mundo lleno de información, pero parece eso genera más confusión y que no contamos con la información realmente necesaria. Hablando puntualmente de alimentación, tenemos la industria a gran escala promocionando sus miles de productos, los profesionales de la salud con distintas propuestas (muchas veces opuestas frente a un mismo alimento), y también nuestro entorno que nos dice tal o cual cosa sobre un alimento, dieta, preparación, etc. Todo esto genera más confusión que certezas. Frente a toda esta información, ¿Cómo podemos tener un vínculo sano y en paz con nuestra alimentación?

Yo creo que la autonomía juega un rol fundamental. Para ejercer nuestra autonomía necesitamos de información, información confiable, clara y objetiva, que esté libre de condicionamientos. Conocer este derecho, defenderlo y hacer uso de nuestra autonomía nos permite tomar nuestras propias decisiones que vayan en línea con nuestros valores, alejadas de estímulos externos.

Luego de acceder a la información clara es importante pasarla por tu propio filtro, si algo no está en coherencia con tus valores, si no te resuena no tenés que aceptarlo.

Actuar con autonomía te permite afrontar las situaciones desde tu propia óptica y tomar decisiones conscientes sobre lo que estas eligiendo, considerando cómo te querés relacionar con tu alimentación para vivirla de acuerdo a tus normas y preferencias.

Las decisiones personales permiten una conversación en silencio, con vos misma, para conocer tus necesidades y actuar en linea con lo que sos y querés para vos. Este autoconocimiento te permite tomar la mejor decisión, la que se adapta a vos, y estar en paz con eso.

Todos los días estamos tomando decisiones respecto a nuestra alimentación, desde los alimentos o preparaciones que consumimos, hasta lo que compramos y elegimos tener en casa.

Seamos conscientes o no de esto, todos los días tomamos decisiones sobre una cantidad de cosas que impactan en nuestras vidas. Las pequeñas decisiones que tomamos a diario son como una gota que va llenando un vaso, y si bien a veces parecen ser decisiones insignificantes, esto determina nuestra forma de vivir, nuestros hábitos y estilo de vida. Estamos creando nuestra forma de vivir en base a esas decisiones.

Respeto por la autonomía

La autonomía respeta y protege la individualidad de cada persona. Cada persona tiene sus propios valores, experiencias, identidad, preferencias y esos factores deben ser considerados y respetados.

Respetar la autonomía requiere en muchos casos desprenderse de los valores propios para no influir en las decisiones de las otras personas desde el respeto por su libertad. La autonomía reconoce la individualidad de cada persona, entendiendo que otr@s pueden pensar y sentir diferente, y que ello debe ser respetado. Una acción es autónoma cuando la decisión que se toma es de forma intencional, con comprensión de la información disponible y libre de influencias externas que condicionen su acción.

“No estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero defenderé su derecho a decirlo”

No hay certeza sobre quien la dijo.

Trabajar considerando la autonomía permite que no existan jerarquías. Para mi ejercicio profesional, es un aspecto fundamental, yo no estoy por encima de las consultantes. Siento que mi tarea es brindar información lo más clara posible e impulsar a que la persona tome sus propias decisiones.

Asumirnos como personas autónomas permite también respetar las decisiones de las otras personas, estemos o no de acuerdo. Lo cuál a su vez contribuye a disminuir el juicio.

Ahora llegó el momento de pasar esto a la práctica, quedarnos en la teoría no nos sirve. ¿Cómo vas a empezar a hacer uso de tu autonomía?

Nutricionista Allyson Monzon

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