Cuando estás iniciando un cambio de hábitos, la motivación inicial te lleva a querer hacer todo ya, muchas veces de 0 a 100, pero al poco tiempo esa motivación tan grande cae, y muchas personas dejan de intentarlo o ya no hay tanto interés.
Lo normal en este momento es equivocarse. Los errores no son más que información super valiosa para redirigir la estrategia. Equivocarse es una gran fuente de aprendizaje, para incorporar y avanzar con calma a pasos más firmes. Saber esto te puede ayudar a mantener la motivación y seguir adelante.
Te comparto los 5 errores más comunes que he visto a la hora de empezar con un cambio de hábitos para que los tengas en cuenta y puedas evaluar si es tu caso.
5 errores a la hora de iniciar un cambio de hábitos
#1 – Querer grandes resultados inmediatos.
Este es un error que veo de forma muy frecuente, querer empezar un cambio hoy y ver el resultado mañana.
Nada ocurre de un día para el otro, mucho menos cuando estás incorporando nuevos hábitos, y dejando atrás otros que venís repitiendo durante mucho tiempo. La naturaleza nos está mostrando esta idea constantemente, no pasamos del invierno al verano de manera radical.
La inmediatez de los resultados es algo creado por la sociedad actual donde todo se quiere para ya. Esto puede generar mucha ansiedad, que actualmente muchas personas sufren, pero los resultados inmediatos no son parte de nuestra naturaleza.
Es como plantar una tomatera hoy y pedirle que la semana que viene dé el primer tomate. ¿Suena ilógico no? Bueno, esto es lo mismo.
La frustración se acumula y hay más posibilidades de que te quedes por el camino antes de llegar a ver que realmente estás avanzando.
Sin embargo, podes enfocarte en el paso a paso, en ver cómo va creciendo lentamente la plantita a medida que la vas regando. El resultado va a ser la suma de esos pasos repetidos día a día.
Acá lo importante es ser realista, reflexionar sobre cuál es tu punto de partida y ver que es lo posible para vos en este momento. Y en el camino ir valorando esos pequeños (grandes) avances que son los que te van a llevar a construir un nuevo hábito.
Poner el foco en esas pequeñas acciones diarias, en ver que estás en camino te va a permitir mantener la motivación y seguir avanzando en el proceso.
#2 - Compararse con otras personas
Otro error muy frecuente, que es una de las mayores fuentes de frustración es compararse con otras personas. Hacerlo, definitivamente no ayuda en tu proceso.
Así como cada persona es única, cada proceso es único y tiene sus propias características.
Compararse con otras personas es peligroso y puede generarte mucha desmotivación. Por otro lado, si lo hacés siempre te va a faltar información sobre lo que no se ve de las otras personas y sus procesos. Esa cara oculta que desconocemos.
Un ejemplo claro es las redes sociales, dónde vemos vidas aparentemente felices, sonrisas, fotos “perfectas”. Pero no sabemos cómo se está sintiendo la persona, si lo que hace va realmente alineado a lo que quiere, si no sufre en la intimidad.
Por otro lado, que a una persona le haya funcionado no significa que vaya a funcionar para vos.
Poner el foco en el afuera no es sano ni respetuoso contigo. Lo importante es ver que estás haciendo vos para avanzar hacia tus objetivos.
Si te pasa esto, es importante que el foco lo pongas en tus avances, en lo que estás haciendo hoy diferente que antes para llegar a ese resultado que querés. Pensar de forma generosa respecto a tu proceso te puede ayudar en esos momentos.
#3 – Creer que el sufrimiento es parte del cambio
En la sociedad en que vivimos se sobrevalora el sufrimiento, el esfuerzo, la lucha, el pasarla mal. Nos olvidamos de lo realmente valioso, disfrutar de lo simple, la calma, la generosidad hacia nosotras mismas y hacia l@s demás.
La lucha trae queja, incomodidad constante, culpa, emociones que te bajan la energía y que interfieren en el proceso.
Sinceramente, en estos casi 9 años de experiencia no he visto a nadie lograr resultados duraderos en sus hábitos en base a sufrimiento.
Al principio puede ser que el proceso tenga sus momentos incómodos, porque estamos haciendo cosas nuevas, pero aferrarse a la lucha no te va a llevar a ningún lugar que valga la pena. Es muy importante encontrar una motivación real, que vaya alineada con tus propias necesidades, para así incorporar el hábito de forma más duradera, sin sufrimiento.
Creo sinceramente que la lucha es contraproducente. Es un modelo que está obsoleto y del que necesitamos desprendernos.
Dejar de luchar no es rendirse, es asumir que los procesos llevan su tiempo, es tratarse con generosidad mientras vamos acercándonos de a poco a lo que queremos lograr.
#4 - No confiar en la sabiduría de tu cuerpo
Este es uno de los errores más frecuentes y que es más difícil deshacernos, ¡pero es posible! Trabajo mucho en consulta sobre este tema: confiar en las señales del cuerpo, en su sabiduría.
Tu cuerpo está dándote señales constantemente sobre lo que necesita, comer, descansar, ir al baño. Cuando tenés ganas de orinar no lo negás, la señal es clara, lo mismo pasa cuando el cuerpo necesita alimentarse o tomar un descanso. Entonces, ¿porque dudás cuando tenés hambre o necesitas hacer una pausa?
Al iniciar un proceso de cambio de hábitos estás aprendiendo, te estás conociendo, confiar en lo que te va indicando tu cuerpo es fundamental.
Si probas un alimento que leíste por ahí que hace muy bien, pero a vos te cae mal, ¿porque seguir eligiéndolo? No tiene sentido. La información que nos brinda el organismo es super poderosa a la hora de incorporar nuevos hábitos.
Confiar en las señales que te brinda el organismo te permite conectar con tus propias necesidades, dudar de ellas es desconectarnos de esa información tan clara. Nuestra naturaleza es esencialmente sabia.
#5: Empezar el cambio de hábitos por expectativas de otras personas
Responder a necesidades ajenas no te va a llevar a buen puerto. Ya sean familiares, amig@s, o que sientas presión social. La necesidad principal debe nacer de vos para que el proceso se sostenga en el tiempo.
Lo importante es preguntarte que querés vos, que es eso que querés lograr para tener mayor bienestar y satisfacción, que querés cambiar para disfrutar más de la vida. Nadie va a saber mejor que vos aquello que te hace bien.
Si lo haces por otra persona, no es coherente y es una de las principales razones por las que no se sostiene en el tiempo. Porque definitivamente no responde a tus necesidades y no respeta tu integridad. Una motivación vital, relevante para vos, es lo que te va a permitir avanzar con mayor seguridad.
Los errores son simplemente información sobre cómo podemos mejorar lo que estamos haciendo y lograr un cambio de hábitos duradero. Si te sentís identificada con alguno o varios de estos “errores” quiero que sepas que son una gran fuente de información que podés aprovechar para tu proceso. Poder ver los errores como aprendizajes nos ayuda a avanzar a paso más seguro hacia dónde queremos estar. Espero que este artículo te sea de utilidad para enfocar tu proceso a favor de tu bienestar.
Si querés profundizar en el proceso de cambio, te puede interesar este artículo: Claves para iniciar una transformación en tu alimentación
